Todos los tejidos humanos mantienen, como expliqué en este artículo, un ritmo circadiano que depende tanto de la regulación sistémica como de relojes periféricos específicos de los tejidos, y que regulan de forma pulsátil las funciones fisiológicas del órgano y biológicas de sus células.
Nota: Recuerda que este artículo es sólo un extracto de los libros de la Enciclopedia del cáncer, que supone un punto de inflexión conceptual en el mundo de la oncología, sometido, como todos, a los intereses de la industria y NO al interés de los enfermos. Algunos estamos decididos a cambiar eso.
***
Los tejidos neoplásicos también presentan ritmos, pero suelen ser diferentes de los del órgano al que parasitan y el alcance de las desviaciones rítmicas puede tener un valor pronóstico. El conocimiento de los momentos del ciclo durante los cuales los tejidos neoplásicos presentan determinados picos y valles de actividad permitiría diseñar las terapias teniendo en cuenta el momento del día más apropiado para su aplicación. Añadiríamos así otra variable que podría multiplicar la efectividad del tratamiento.
Ya estudios de los años 70 del siglo XX alertaban de la drástica diferencia de respuestas en función del momento del día en que se aplicara un fármaco, a veces tan significativo que implicaba la diferencia entre la vida y la muerte. La aplicación de dosis siguiendo un patrón sinusoidal a lo largo del día, manteniendo la dosis total pero aplicándola según un criterio de picos y valles, incrementó significativamente la vida en ratones con leucemia (estudio).
Se ha encontrado que muchas drogas (floxuridina, 5-fluorouracilo, cisplatino, oxaliplatino, o doxorubicin) tienen mayor efectividad y presentan menos efectos secundarios según el momento en que se apliquen, aunque probablemente otros factores que inciden en la ritmicidad influyan igualmente: cantidad y frecuencia de la luz a la que el enfermo se expone, latitud o estación del año. Es un tema de extraordinaria complejidad debido a las variables implicadas, pero si se despejan por cada fármaco significaría un incremento sustancial de la efectividad sin alterar dosis. Podría implicar una diferencia vital para muchos pacientes.
Los estudios en tejido mamario sano y neoplásico en ratones han servido para establecer algunas hipótesis: los picos diurnos de prolactina tal vez induzcan a las células senescentes (unas horas más tarde) a comenzar el ciclo de proliferación y a incrementar la síntesis de ADN y la mitosis.
El resultado es que las células epiteliales del tejido alveolar mamario presentan picos de mitosis alrededor de la medianoche y hasta bien entrada la madrugada, algo que parece suceder también en otras células de tejidos sanos. Es lógico que se denomine al sueño como “reparador”, porque parece ser el momento en que el cuerpo repone con más ahínco el tejido dañado y crece. El tejido mamario presenta además otros ciclos además del circadiano de alrededor de un día: una semana y la duración del ciclo menstrual (estudio).
Pero el tejido neoplásico no presenta, por lo que parece, la misma ritmicidad ni regularidad. Algunos estudios parecen haber encontrado una combinación de ritmos más cortos (infradianos de unas 20 horas, más que circadianos) con ritmos más largos (supradianos, de más de 28 horas) en cánceres agresivos que presentan alta tasa metabólica (estudio, estudio).
Además, la temperatura del tumor también parece seguir una ritmicidad que frecuentemente no sigue un patrón definido. Incluso aunque no haya rastro de cáncer, muchas mujeres de alto riesgo de padecer cáncer de mama presentan patrones desequilibrados en la oscilación cíclica de la temperatura del pecho (estudio).
La combinación del conocimiento de los ritmos circadianos en la proliferación pulsátil del tumor, del mecanismo de acción y el objetivo terapéutico de cada fármaco y de su farmacodinámica y farmacocinética, permitiría establecer un calendario de aplicación del tratamiento que tuviera en cuenta esos parámetros y siguiera una dosificación casi sinusoidal: con dosis mayores o menores en función de la hora del día, aunque la dosis total diaria fuera similar.
La complicación de este hecho es considerable: no sólo requeriría conocer datos casi a tiempo real del comportamiento del tumor, sino cuadrar de forma precisa la aplicación de diferentes drogas y suplementos en caso de utilizar una estrategia combinada y sinérgica de varias moléculas. Investigadores como Francis Levi llevan décadas investigando el potencial de la cronoterapia y han desarrollado modelos matemáticos que predicen el mejor momento del día y la dosis asociada para aplicar determinadas drogas (artículo).
El cientifismo es una confianza desmesurada en la ciencia como forma de comprender la realidad, y la tecnociencia su hija bastarda que suele conducir a la venta de productos con amplio margen de beneficio, no a soluciones reales. Pero ciencia y tecnociencia son simples herramientas que serán “buenas” o “malas” en función del uso que demos de ellas. Nuestro cerebro y los conocimientos que hemos ido acumulando a lo largo de milenios sí pueden usarse para el diseño de herramientas realmente útiles, como probablemente sea en este caso o, al menos, eso esperamos.
Aunque la aplicación de esta técnica esté lejos de ser perfecta, tan sólo con aplicar las drogas con mayores efectos secundarios a las horas donde hay mayor probabilidad de que resulten menos dañinas y con mayor efecto terapéutico, podría constituir un gran avance.
Intentaremos definir algunas acciones prácticas basadas en cronoterapia (y crononutrición), en los foros de Oncología Metabólica.
Por último, debemos tener en cuenta también no sólo la disrupción circadiana tumoral sino su influencia en el ritmo circadiano sistémico.
Ya hemos visto que en etapas avanzadas el tumor consigue influir en el sistema endocrino orgánico, y algo similar sucede con el ritmo circadiano: los enfermos presentan alteraciones en el patrón circadiano del cortisol que parece ser un regulador del (o al menos correlaciona con) el ritmo circadiano global, y el grado de esa alteración correlaciona con peor pronóstico de la enfermedad.
Recordemos que el desequilibrio de la acción del cortisol influye en el peor control de la respuesta glucémica y una mayor disponibilidad de glucosa para el tumor (artículo, estudio).
Libros imprescindibles para caminar hacia un paradigma realmente útil y eficaz. La bisagra que une análisis con medidas prácticas
La «Enciclopedia del Cáncer» es una serie de 7 libros revolucionarios. El recurso definitivo para aquellos que buscan una comprensión profunda de esta enfermedad compleja. Te lleva a un viaje de conocimiento sin precedentes que cambiará la forma en que entiendes esta enfermedad.
Si buscas opciones de tratamiento más allá de los enfoques convencionales, la «Enciclopedia del Cáncer» te presenta una amplia gama de terapias innovadoras que mejoran el pronóstico y ofrecen esperanza real a los enfermos de cáncer. Estas páginas contienen valiosas herramientas y estrategias que pueden marcar la diferencia en la lucha contra esta enfermedad.
A partir de la hipótesis de que todos los cánceres son una única enfermedad metabólica, analiza los “puntos débiles” específicos que comparten y que los diferencia de los tejidos sanos y propone terapias prácticas combinadas que podrían mejorar considerablemente la cantidad y calidad de vida de los enfermos.
Explorando el cáncer desde múltiples puntos de vista, estos libros lo analizan con una perspectiva metabólica, desentrañando los misterios que rodean su origen y desarrollo. Descubre cómo el sistema inmunológico, la microbiota, el metabolismo, las emociones y la biofísica están interconectados en la batalla contra el cáncer.
La precompra incluye (opcionalmente) pertenencia a la red Oncología Metabólica, enfocado en aspectos totalmente prácticos del tratamiento, con buscador de profesionales, artículos profundos pero muy al grano, y foros para miembros.
Incluye también la descarga de un Protocolo completo de terapias combinadas, fruto de muchos años de investigación, que resume el conocimiento de los libros y que se refinará con el tiempo.
Oncología Metabólica y el protocolo son el complemento práctico perfecto para aplicar todo el conocimiento que aportan los libros de la Enciclopedia del cáncer.
Además, al precomprar el pack de libros te ahorrarás casi un 70% respecto de la compra individual de cada libro.