Sistema inmunitario y cáncer ¿Jeckyll o Hyde?

Acabo de actualizar el Tomo I del conjunto de libros que conforman la enciclopedia del cáncer, duplicando el material que había disponible. Lleva por título: “Sistema inmunitario y cáncer. Inmunoterapias oficiales y oficiosas” (si compras el conjunto de 7 libros el ahorro es de casi un 70% respecto a la compra individual de cada libro).

Era necesaria esa actualización, porque conseguir que el sistema inmunitario se ponga a nuestro servicio, y no al servicio del tumor, es un objetivo vital, de importancia máxima y una de las acciones de mayor potencial terapéutico.

Además, últimamente habían aparecido muchas nuevas inmunoterapias muy prometedoras que casi ningún oncólogo conoce.

En este breve artículo voy a explicar someramente la necesidad de un libro como este, que se resume en dos motivos fundamentales:

1. Comprender conceptualmente cómo “funciona” el sistema inmunitario y cómo conseguir que deje de ayudar al tumor y se dedique a destruirlo.

2. Listar y analizar todas las acciones inmunoterapéuticas disponibles para los enfermos, desde la más sencilla hasta la más compleja, que casi NINGÚN oncólogo conoce y que pueden marcar una abrumadora diferencia en el pronóstico.

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Es decir: libertad de decisión basada en información previamente masticada tras un estudio muy profundo y difícil, y ofrecida de forma concisa y precisa.

¿Cómo “funciona” el sistema inmunitario?

El sistema inmunitario es un conjunto de “piezas” celulares y no celulares.

Aunque en la realidad nunca se establece, de forma tan clara, la siguiente dicotomía, el sistema inmune hace básicamente dos cosas: atacar amenazas (externas, como virus o bacterias, e internas, como neoplasias), o defender la integridad física de los tejidos, reparándolos, construyendo nuevos vasos sanguíneos y ayudando a su crecimiento (como en heridas, isquemias o embriones).

Algunas de las especies inmunitarias celulares suelen “especializarse” en un determinado comportamiento, pero otras cambian su actuación según las condiciones metabólicas y bioquímicas del terreno en que viven. Es decir, activan un fenotipo u otro en función de ciertas características de su entorno.

Esos dos comportamientos serán clave en lo que respecta al cáncer, por eso me he atrevido a llevar la dicotomía al extremo con el fin de incrementar la comprensión: en lo que respecta al cáncer, he llamado al primer fenotipo (de ataque) Doctor Jeckyll y al segundo fenotipo (de defensa) mister Hyde.

La “cápsula” metabólica del microentorno tumoral y su influencia en el sistema inmunitario

Una característica de las neoplasias, que analizo con gran profundidad en el tomo III de este conjunto de libros, dedicado al metabolismo tumoral, es que todo cáncer primario se encuentra “encapsulado” en un microambiente con reglas fisiológicas y bioquímicas propias, que se asemejan a las de un embrión. Analicé ese tema con gran profundidad en este artículo.

Dentro, las células tumorales son en realidad minoría, y están rodeadas por proteínas del estroma extracelular y por otras células no tumorales, muchas de las cuales son células del sistema inmune.

Las condiciones metabólicas del microambiente “convencen” a diversas especies inmunitarias de que deben apoyar el crecimiento celular del cáncer en vez de exhibir funciones citotóxicas y atacar al tumor. Es decir, se empeñan en crear nuevos vasos sanguíneos, propiciar la proliferación y ayudar al crecimiento tumoral. Eso es debido a que el interior de ese microambiente reproduce las condiciones metabólicas de una herida o, sobre todo, de un embrión, y el sistema inmune “cree” que debe ayudarlo, no atacarlo.

Eso mismo puede suceder incluso a especies tan citotóxicas como las Natural Killer, que no sólo se desactivan dentro del microambiente, sino que se “zombifican” y colaboran con su crecimiento (estudio).

Por eso es tan importante no sólo activar el sistema inmune para que adquiera fenotipos citotóxicos sino conseguir, mediante acciones metabólicas sistémicas y locales, que las condiciones metabólicas del microentorno no conviertan al sistema inmune en esclavo del tumor y “comprenda” que debe atacarlo y no ayudarlo.

Atacando a Hyde y ayudando a Jeckyll

Nuestras acciones deben, por tanto, dificultar la labor de angiogénesis del sistema inmune dentro del tumor y propiciar que vire a un fenotipo que decida atacar a las células neoplásicas.

Medidas contra la angiogénesis

Existen acciones que van desde el simple uso de ciertos aminoácidos como glicina, inhibidores de otros aminoácidos, determinadas vitaminas como una específica de la familia E o extractos de hierbas que anulan ciertos procesos de creación de nuevos vasos sanguíneos hasta el uso de ciertos fármacos, algunos sencillos de conseguir y otros no tanto.

Son acciones que frenan considerablemente la creación de nuevos vasos sanguíneos tumorales y que ponen una “brida” al cáncer: ese freno hace sinergia con otras medidas adicionales, metabólicas o inmunitarias.

Medidas a favor de la activación citotóxica

Una vez frenada la angiogénesis exacerbada, toca activar el sistema inmune hacia fenotipos de ataque. Ahí se abre toda una panoplia de acciones, que van desde el uso de suplementos baratos y sencillos de obtener, hasta fármacos reposicionados u off-label y acciones que comienzan a ser cada vez más complejas y requieren la participación de algún médico o incluso de una clínica de oncología integrativa: vacunas de tratamiento o viroterapia son algunas de las más sofisticadas, pero también ciertas interleukinas de uso sistémico o intratumoral.

Y aunque algunas terapias combinadas con inmunoterapias muy tecnocientíficas y llenas de bioingeniería pueden alcanzar precios desorbitados, en el libro propongo alternativas muchísimo más baratas cuyas combinaciones podían suponer un game changer al alcanzar similares tasas de eficacia sin los riesgos y costes de las inmunoterapias oficiales.

Sinergia y combinación

Como recalco una y otra vez, no existen las balas mágicas. Sólo podremos vencer al cáncer si lo analizamos desde todos los puntos de vista, comprendemos sus puntos débiles y los atacamos a la vez con una estrategia diseñada con medidas combinadas que no le dejen al tumor ni un solo resquicio de escape.

Analizar conceptualmente el cáncer y el sistema inmune, comprender cómo funcionan las claves del inmunometabolismo y aquellos “puntos de presión” que distinguen a todos los cánceres de los tejidos sanos, es fundamental para elegir de forma racional las combinaciones de terapias con más probabilidades de tener éxito.

Conclusión: la imperiosa necesidad de este libro

La segunda versión del Tomo I del conjunto de libros que conforman la enciclopedia del cáncer “Sistema inmunitario y cáncer. Inmunoterapias oficiales y oficiosas” duplica el material que había disponible y llena la necesidad de conocer por qué y cómo modificar el comportamiento del sistema inmune.

Puede suponer la diferencia entre un mal y un buen pronóstico si se usa en combinación con el estándar.

Me he dejado la piel en esta actualización, porque estoy seguro de que puede ser de extraordinaria ayuda y porque, por una parte, explica algo tan complejo de forma sencilla y, por otra, propone acciones prácticas que todo enfermo puede aplicar, más otras que puede tener en la recámara.

Te recuerdo, además, que, si compras ahora el conjunto de 7 libros, el ahorro sería de casi un 70% respecto a la suma de compras individuales de cada libro.

Sé que el valor de estos libros sobrepasa con creces su precio y su venta me permitirá poder continuar en este arduo camino que emprendí hace años.

Espero que podamos seguir ayudándonos mutuamente.